jueves, 4 de febrero de 2016

Cómo cambiar las cuerdas en puentes tipo Floyd Rose




a.      Los puentes del tipo Floyd Rose fijan la cuerda al puente mediante un mini mecanismo que funciona por presión por lo que hay que cortar la cuerda y eliminar el barril. Asegúrate primero de que tu sistema es exactamente ese. Hay algunos donde no es necesario cortarlo, no sea que eches a perder tus cuerdas así porque sí.



b.      Relaja la tensión del cierre e inserta el extremo de la cuerda que acabas de cortar entre el caballete y la pieza que presionará la cuerda. Mantén el extremo de la cuerda en su lugar, presiona primero usando las manos y luego la llave allen. La cuerda debe quedar sujeta fuertemente.




c.       Lo complicado con estos puentes es mantener el equilibrio de fuerzas que se establece entre los resortes que sostienen al puente y la tensión de las cuerdas. Si hay más tensión en las cuerdas verás que el puente se levanta y si por el contrario, hay más tensión en los resortes el puente se cae hacia atrás. Para mantener ese equilibrio y por consiguiente el puente plano, es necesario que abras un candado a la vez. Abres un candado, cambias el par de cuerdas, las afinas, cierras el candado y ya puedes abrir el siguiente.



d.      Veamos ahora cómo fijas la cuerda a la clavija. Pasa un par de vueltas alrededor del barril de la clavija y al final introduce el cabo por el agujero de la clavija y jala fuerte para que apriete el nudo. Para afinar la cuerda, yo te recomiendo que jales de ella a la altura de las pastillas (como arco con flecha), mientras poco a poco vas dando de vueltas a la clavija hasta que sientas una tensión moderada. Al final, con unas pinzas corta la cuerda dejando un pequeño cabo corto sobresaliendo (uno o dos centímetros).


e.      Cuando ya hayas colocado el par de cuerdas correspondiente al candado que abriste, coloca el tornillo y su prisionero en su lugar pero déjalas sin apretar. Ve a los micro afinadores del puente (figura F) y asegúrate de que estén más o menos a medio recorrido. Ahora afina la guitarra hasta casi la afinación justa, un poquito más baja de lo que debería ser para cada cuerda y ahora si aprieta el tornillo del candado, no sobre aprietes, digamos aprieta firme pero “al llegue” solamente. La afinación debe ser básicamente buena, sólo estarás a unas centésimas de la nota justa.


f.        Las cuerdas nuevas pueden sufrir cambios bruscos de afinación y para eso están los micro afinadores en el puente (afinación fina). Estos nos permiten una variación de medio tono, más o menos, sin necesitad de abrir el candado, así que después de todo el show ajusta la afinación de las cuerdas una por una.


Puntos importantes

a.      Cuando cambies las cuerdas no las quites todas a la vez, desafínales más o menos igual y ve cambiándolas una por una. Cuando tengas la cuerda cambiada no la subas más de un tono por arriba. Si lo haces corres el riesgo de tirar más allá de lo que la cuerda espera y puedes comunicar al mástil una tensión enorme. Recuerda, cambia las cuerdas de una en una.
b.      Cuando cambies las cuerdas en una guitarra con puente tipo Floyd-Rose, se cuidadoso con los candados, pues la experiencia te acabará diciendo que si te pasas de presión cuando atornilles, las cuerdas se vuelven más frágiles por ese punto.
c.       Venden unos pequeños aparatitos de plástico en las tiendas que sirven para dar de vueltas a las clavijas de una forma mecánica llamados “encordador”. Cuestan muy poco y te van a ahorrar mucho tiempo a lo largo de tu vida como guitarrista. Acostúmbrate a usarlos. Está demostrado que funcionan.
d.      Cuando hayas cambiado las seis cuerdas deberás hacer lo siguiente: estira suavemente la primera cuerda (libre). Vuelve a hacerlo de nuevo, ahora mientras pulsas el traste cinco. Y otra vez lo mismo con el traste doce. Se trata de que la tensión de cada cuerda quede preparada para funcionar como es debido (ya sabes que hasta que se pone a punto, un juego nuevo se descompensa durante un tiempo) Esos tirones que deberás dar a las cuerdas serán suaves. No te pases. Cuando lo hayas hecho con las seis cuerdas afínalas todas.



Cuidado de las cuerdas

1.      Fíjate en los lugares por dónde se apoya la cuerda, en la cejuela y en el puente, procurando que no haya ningún pequeño obstáculo que entorpezca el asiento de la cuerda. Consejo: Toma un lápiz (6b o superior) y raya un poco la superficie donde se apoyará la cuerda. Esto deja una pequeña película de grafito que hace de lubricante, y facilita los batidos de la vibración.
2.      Cómprate un afinador. Si subes las cuerdas en exceso no vas a obtener el rendimiento que se espera de ellas, porque las cuerdas se fabrican para funcionar a una tensión determinada. Un mástil de guitarra soporta más o menos unos cincuenta kilos de tensión constantemente y es un sistema de equilibrio. Si afinas mucho más arriba o más abajo que antes, le estás sumando o restando mucha tensión al mástil, y el resultado puede ser taller o guitarra nueva. Tú decides.
3.      Acostúmbrate a limpiar las cuerdas con un pequeño paño suave cuando acabes de tocar. Retira suavemente la película de sudor que hay sobre la superficie de la cuerda; también por la parte de abajo. Hay muchos productos en el mercado que se aplican sobre la cuerda después de haberla limpiado. En general se basan en el principio de proteger la cuerda con una película de producto que contiene elementos antioxidantes o lubricantes. Tienes que ir probando y decide por ti mismo. Está comprobado. Si limpias las cuerdas duran mucho más y lo que es mejor, suenan mucho mejor.



Cómo cambiar las cuerdas de tu guitarra clásica




1.    Pasa el extremo de la cuerda a través del orificio del puente hasta que salga por el otro lado. El cabo que sale por el extremo de abajo deberá ser más flexible que el resto de la cuerda y con él deberás hacer el nudo.




2.    Tira de la cuerda, haz un lazo y asegúrate que tienes suficiente margen como para conseguir un nudo de tres vueltas (pueden ser menos pero es mejor asegurarse), es preferible que te sobre un poco de cuerda que al revés.



3.      Pasa el cabo por arriba de la cuerda y luego por debajo, así conseguirás el primer nudo. Si no desmontaste todas, fíjate en las cuerdas de al lado para ver cómo se hicieron los nudos.



4.      Repítelo un par de veces y tira fuertemente de la cuerda en dirección a la boca de la guitarra. Tiene que quedarte un nudo aproximadamente igual al que verás en la foto. Si al tirar se suelta deberás comenzar de nuevo.






5.   Estira la cuerda y llévala hasta la clavija que corresponda, luego inserta el cabo en el orificio dejando un poquito de cuerda libre (la cuerda entra en sentido de abajo a arriba). Pasa una vuelta alrededor del eje de la clavija (fíjate en la foto).


6.   Comienza a dar de vueltas a la clavija hasta que la cuerda tenga tensión y alcance la nota adecuada. Una vez afinada la cuerda debe quedar aproximadamente como en la fotografía.






Puntos importantes
a.      Cuando cambies las cuerdas no las quites todas a la vez, desafínales más o menos igual y ve cambiándolas una por una. Cuando tengas la cuerda cambiada no la subas más de un tono por arriba. Si lo haces corres el riesgo de tirar más allá de lo que la cuerda espera y puedes comunicar al mástil una tensión enorme. Recuerda, cambia las cuerdas de una en una.
b.      Cuando cambies las cuerdas en una guitarra con puente tipo Floyd-Rose, se cuidadoso con los anclajes de la cejuela, pues la experiencia te acabará diciendo que si te pasas de presión cuando atornilles, las cuerdas se vuelven más frágiles por ese punto.
c.       Venden unos pequeños aparatitos de plástico en las tiendas que sirven para dar de vueltas a las clavijas de una forma mecánica llamados “encordador”. Cuestan muy poco y te van a ahorrar mucho tiempo a lo largo de tu vida como guitarrista. Acostúmbrate a usarlos. Está demostrado que funcionan.
d.      Cuando hayas cambiado las seis cuerdas deberás hacer lo siguiente: estira suavemente la primera cuerda (libre). Vuelve a hacerlo de nuevo, ahora mientras pulsas el traste cinco. Y otra vez lo mismo con el traste doce. Se trata de que la tensión de cada cuerda quede preparada para funcionar como es debido (ya sabes que hasta que se pone a punto, un juego nuevo se descompensa durante un tiempo) Esos tirones que deberás dar a las cuerdas serán suaves. No te pases. Cuando lo hayas hecho con las seis cuerdas afínalas todas.

Cuidado de las cuerdas

1.      Fíjate en los lugares por dónde se apoya la cuerda, en la cejuela y en la selleta (hueso del puente), procurando que no haya ningún pequeño obstáculo que entorpezca el asiento de la cuerda. Toma un lápiz (6b o superior) y raya un poco la superficie donde se apoyará la cuerda. Esto deja una pequeña película de grafito que hace de lubricante, y facilita los batidos de la vibración.
2.      Cómprate un afinador. Si subes las cuerdas en exceso no vas a obtener el rendimiento que se espera de ellas, porque las cuerdas se fabrican para funcionar a una tensión determinada. Un mástil de guitarra soporta más o menos unos cincuenta kilos de tensión constantemente y es un sistema de equilibrio. Si afinas mucho más arriba o más abajo que antes, le estás sumando o restando mucha tensión al mástil, y el resultado puede ser taller o guitarra nueva. Tú decides.



Acostúmbrate a limpiar las cuerdas con un pequeño paño suave cuando acabes de tocar. Retira suavemente la película de sudor que hay sobre la superficie de la cuerda; también por la parte de abajo. Hay muchos productos en el mercado que se aplican sobre la cuerda después de haberla limpiado. En general se basan en el principio de proteger la cuerda con una película de producto que contiene elementos antioxidantes o lubricantes. Tienes que ir probando y decide por ti mismo. Está comprobado. Si limpias las cuerdas duran mucho más y lo que es mejor, suenan mucho mejor.