1. Pasa
el extremo de la cuerda a través del orificio del puente hasta que salga por el
otro lado. El cabo que sale por el extremo de abajo deberá ser más flexible que
el resto de la cuerda y con él deberás hacer el nudo.
2. Tira
de la cuerda, haz un lazo y asegúrate que tienes suficiente margen como para
conseguir un nudo de tres vueltas (pueden ser menos pero es mejor asegurarse),
es preferible que te sobre un poco de cuerda que al revés.
3. Pasa
el cabo por arriba de la cuerda y luego por debajo, así conseguirás el primer
nudo. Si no desmontaste todas, fíjate en las cuerdas de al lado para ver cómo
se hicieron los nudos.
4. Repítelo
un par de veces y tira fuertemente de la cuerda en dirección a la boca de la
guitarra. Tiene que quedarte un nudo aproximadamente igual al que verás en la
foto. Si al tirar se suelta deberás comenzar de nuevo.
5. Estira
la cuerda y llévala hasta la clavija que corresponda, luego inserta el cabo en
el orificio dejando un poquito de cuerda libre (la cuerda entra en sentido de
abajo a arriba). Pasa una vuelta alrededor del eje de la clavija (fíjate en la
foto).
6. Comienza
a dar de vueltas a la clavija hasta que la cuerda tenga tensión y alcance la
nota adecuada. Una vez afinada la cuerda debe quedar aproximadamente como en la
fotografía.
Acostúmbrate a limpiar
las cuerdas con un pequeño paño suave cuando acabes de tocar. Retira suavemente
la película de sudor que hay sobre la superficie de la cuerda; también por la
parte de abajo. Hay muchos productos en el mercado que se aplican sobre la cuerda
después de haberla limpiado. En general se basan en el principio de proteger la
cuerda con una película de producto que contiene elementos antioxidantes o
lubricantes. Tienes que ir probando y decide por ti mismo. Está comprobado. Si
limpias las cuerdas duran mucho más y lo que es mejor, suenan mucho mejor.
Puntos importantes
a. Cuando
cambies las cuerdas no las quites todas a la vez, desafínales más o menos igual
y ve cambiándolas una por una. Cuando tengas la cuerda cambiada no la subas más
de un tono por arriba. Si lo haces corres el riesgo de tirar más allá de lo que
la cuerda espera y puedes comunicar al mástil una tensión enorme. Recuerda,
cambia las cuerdas de una en una.
b. Cuando
cambies las cuerdas en una guitarra con puente tipo Floyd-Rose, se cuidadoso
con los anclajes de la cejuela, pues la experiencia te acabará diciendo que si
te pasas de presión cuando atornilles, las cuerdas se vuelven más frágiles por
ese punto.
c. Venden
unos pequeños aparatitos de plástico en las tiendas que sirven para dar de
vueltas a las clavijas de una forma mecánica llamados “encordador”. Cuestan muy
poco y te van a ahorrar mucho tiempo a lo largo de tu vida como guitarrista.
Acostúmbrate a usarlos. Está demostrado que funcionan.
d. Cuando
hayas cambiado las seis cuerdas deberás hacer lo siguiente: estira suavemente
la primera cuerda (libre). Vuelve a hacerlo de nuevo, ahora mientras pulsas el
traste cinco. Y otra vez lo mismo con el traste doce. Se trata de que la
tensión de cada cuerda quede preparada para funcionar como es debido (ya sabes
que hasta que se pone a punto, un juego nuevo se descompensa durante un tiempo)
Esos tirones que deberás dar a las cuerdas serán suaves. No te pases. Cuando lo
hayas hecho con las seis cuerdas afínalas todas.
Cuidado de las
cuerdas
1. Fíjate
en los lugares por dónde se apoya la cuerda, en la cejuela y en la selleta
(hueso del puente), procurando que no haya ningún pequeño obstáculo que
entorpezca el asiento de la cuerda. Toma un lápiz (6b o superior) y raya un
poco la superficie donde se apoyará la cuerda. Esto deja una pequeña película
de grafito que hace de lubricante, y facilita los batidos de la vibración.
2. Cómprate
un afinador. Si subes las cuerdas en exceso no vas a obtener el rendimiento que
se espera de ellas, porque las cuerdas se fabrican para funcionar a una tensión
determinada. Un mástil de guitarra soporta más o menos unos cincuenta kilos de
tensión constantemente y es un sistema de equilibrio. Si afinas mucho más
arriba o más abajo que antes, le estás sumando o restando mucha tensión al
mástil, y el resultado puede ser taller o guitarra nueva. Tú decides.
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